Toni Abadía: “Quiero dar al atletismo, lo que el atletismo me ha dado a mí”
Recién aterrizado de Budapest. Un sexto puesto individual y una plata por equipos ¿Sabe a poco?
La verdad que siendo honesto había preparado muy bien la temporada y cualquier atleta que prepara la cita con mucho mimo y tiempo, va a por todas. Sabía que luego en carrera nadie te va a regalar nada, que tienes que pelearlo y las condiciones del circuito eran más para atletas de condiciones diferentes a la mía.
Estoy contento, es mi mejor resultado en un campeonato de Europa de cross, pero puede saberme a poco porque la preparación estaba enfocada a otro tipo de circuito, sin nieve. Los campeonatos son así y más en el cross. En carrera peleé todo lo que pude las medallas, y viendo después la carrera creo que debo estar orgulloso por como lo hice y sé que en esas condiciones no pude dar más de lo que dí.
Siempre eres un atleta que da la cara es las carreras, casi te caracteriza. Algunos podrían definirte como valiente y con coraje, otros como ambicioso y algo descerebrado…
Es la ambigüedad del atleta. Yo solo me veo bien si voy delante, mi complexión no es la de un atleta rápido de mediofondo que sabe que pueda llegar a jugárselo al final de la carrera. Soy un atleta que no me gusta dejarme los deberes para el final, pero quizá sí peco de dar la cara y tirar, de ser demasiado valiente. He ido aprendiendo mucho día a día, y ahora sé que a veces el corazón puede a la cabeza, pero hay que templar los nervios y saber que, sobre todo en el cross, esto es muy largo.
¿Crees que perdiste la medalla en el 3000 obstáculos del europeo sub-23 de Ostrava por ello?
Jamás olvidare esa carrera. En un principio por las sensaciones, padecía ya los síntomas de una osteopatía de pubis que no me dejaba correr a gusto y tenía muchas molestias. En la semifinal ya me encontré muy mal.
Había entrenado con Sebastián Martos, yo estaba muy bien y sabía que tenía que seguir su estela. En el primer kilómetro la sensación era de cansancio y fatiga, pensaba que me iba a quedar e incluso me planteé la retirada. Pero como he dicho, soy un atleta que me veo bien delante y eso hace que cambie el chip en mi cabeza. Era lo que debía qué hacer y me puse al frente.
Pero sé que dar la cara te hace retroceder después en el grupo; es una de las carreras que más he sufrido y alcancé un cuarto puesto con sabor amargo porque sé que yo podía estar en el bronce.
Pero que lo luchas hasta el final, nadie lo duda. Viéndote correr parece que sufras desde el primer metro, sin embargo nunca terminas de bajar los brazos…Se vio perfectamente en Budapest.
Los atletas Zaragozanos que entrenamos en el CAD sabemos lo que es el viento y es un factor en carrera que puede ser muy determinante. Budapest fue un calco de Zaragoza, sabía que en las zonas donde había más viento yo no podía estar descolgado, pero el desarrollo de la carrera me hizo ceder unos metros cuando me entró el flato y vi que perdía las opciones de medalla, “tragándome” todo el viento. Hasta que en la última vuelta no me vi sobrepasado por un atleta noruego que iba a un ritmo más asequible para escalar posiciones, no pude encontrar de nuevo el ritmo de competición.
Pude aguantar el flato y atacar de largo, no sabía ni cuanto quedaba para llegar a meta. Confiaba en que podíamos ganar a Francia por equipos, tenía a un atleta francés a 20 o 30 metros y debía ganarle, sacarle distancia para que al final no me volviese a enganchar. Esprintando fui cogiendo a gente y luego pensaba: “¿si hubiese habido 100 metros más?”…
Estoy muy contento con esa última vuelta, porque sufrí mucho y sabía que las fuerzas eran muy justas como para luchar por un puesto como el sexto. Creo que España necesita atletas que luchen por estar delante, que desde fuera se les vea pelear por subir a un pódium.
Haciendo un poco de retrospectiva, en junior ya conseguiste el título europeo en 3000 obstáculos, en Zaragoza y con tu entrenador de toda la vida, José Luis Mareca. Sin embargo, al año siguiente decides mudarte a la Residencia Joaquín Blume en Madrid…
Ahora lo veo distinto, veía Madrid como un foco de entrenamiento más profesional y pequé de que se me había “subido” demasiado la moral. De forma despreocupada no pensé en lo que dejaba en Zaragoza, en mi familia y en el que para mí es el mejor entrenador, la persona más importante que he conocido en este deporte.
Quería continuar mis estudios, venía de pasar un muy mal año en Administración y Dirección de Empresas (ADE) en la Universidad de Zaragoza y buscaba hacer INEF. Existía la opción de ir a Huesca, me la propuso Mareca, pero me deje llevar por la idea de entrenar con los mejores.
Todo fue muy deprisa, aunque la decisión de irme a la Blume la tomé antes de ser campeón de Europa. Decidí entrenar con el seleccionador nacional, Luis Miguel Landa, aunque su fama como entrenador no era muy buena.
Buscaba experiencias nuevas, la oportunidad que no todo el mundo tiene de estar en un centro de alto rendimiento, aprovechar esas ocasiones que te puede dar la vida que luego no sabes si volverán a pasar. Siempre tuve muy presente el regresar pronto a casa.
¿Te arrepientes o crees que el periplo en Madrid te ha enseñado?
Me arrepiento de mi primera etapa en Madrid con Landa, no fue para nada lo esperado, fue un año de retroceso. Hay que ser honesto, quizá yo hice mal mi trabajo o no supimos congeniar, pero está claro que no cuajamos. Ahora tenemos una buena relación, pero el método de entrenamiento que tuve con él no se amoldaba a lo que yo estaba acostumbrado y eso se reflejo en unos resultados que no mejoraron.
En verano no fui sincero del todo y me volví a entrenar a Zaragoza, a mitad de temporada compaginaba los entrenos de Mareca con los de Landa. Pero pude quitarme la espina e ir al mundial universitario de campo a través, donde quede decimotercero. Fue la etapa más oscura de mis años en Madrid.
La siguiente temporada entrené con Dionisio Alonso, una decisión en el cambio de entrenador que tome junto con Mareca. Yo confíaba mucho en la calidad del grupo de entrenamiento que tenía: Enrique Sánchez, Víctor García, los hermanos España…atletas que te pueden marcar a la hora de la verdad sobre lo que quieres hacer en este deporte. Esa fue mi nota positiva de mi estancia en Madrid: conocer a personas increíbles.
En Madrid abandonas los estudios y dedicación plena al atletismo. Pero regresas a casa y a parte de entrenar, retomas los estudios y también comienzas a trabajar…
22 años, panorama global de crisis y yo me pregunto: “¿Qué he hecho?”. Me pregunte qué había hecho estos 3 años en Madrid, por qué no había estudiado… en ese momento no lo pensé, y me dí cuenta que ya no era junior, ni sub23. Así que busque la no profesionalización del atletismo, porque creo que se pude compaginar con algo no demasiado esclavo.
Fue una buena experiencia. Trabajé todo el verano en Decathlon, donde mi jefa me cuadraba los horarios para que yo pudiese entrenar, y aun así conseguí el doblete en Toledo (5000 y 1500 campeonato de España promesa). Luego cambie de trabajo, el cual he dejado justo antes del europeo de cross, pero la idea siempre era retomar mis estudios.
Me matriculé en magisterio en Zaragoza, por tiempo y por cercanía, y la verdad que tengo muchísima ilusión. Hay que aprender de los errores que cometí en Madrid, no tengo prisa pero me voy a poner serio con los estudios.
¿Desde el europeo has desechado la opción de trabajar?
No lo desecho en un futuro, pero ahora vienen los exámenes y tengo que entrenar ya que es mi apuesta principal. Ya habrá tiempo para trabajar. Ahora tengo la suerte de haberme ganado una beca de la RFEA en Budapest que me da tranquilidad y me permite dejar de trabajar. Es un alivio, sobre todo el volver a saber que estas ahí.
Claro, ahora te toca predicar con el ejemplo en los estudios porque has iniciado un proyecto más propio del final de una carrera deportiva como es una escuela de atletismo. ¿Cómo nace esta idea con 22 años?
Mi filosofía siempre ha sido dar al atletismo lo que el atletismo me ha dado a mí, hay que apoyar el atletismo base. Los que somos “viejos roqueros”, aunque sé que con 22 años suena raro, hemos visto como antes había muchos más chavales en categorías inferiores. Está claro que algo hacemos mal ahora, y no digo solo a nivel institucional, si no los propios atletas.
Déjame que te aluda Isabel, pero como has hecho tu amadrinando la escuela de atletismo de Zaragoza o ahora yo con mi escuela, es la ayuda que debemos dar ahora mismo a este deporte. Nuestra cuenta pendiente es esta, cómo podemos ayudar a estos niños con la disposición de tiempo que tenemos. A mí me supone solo 2 horas a la semana, y consigues crear una verdadera familia. El aliciente de ver que los pequeños quieren seguir tus pasos. Yo he pretendido crear una escuela para todos y ha sido posible gracias a las facilidades económicas que nos ha dado Under Armour.
El futuro a largo plazo pasa por esa base. Pero a corto plazo el futuro del atletismo de más alto nivel tiene un nuevo examen. ¿Cómo ves las próximas elecciones en la Federación Española de Atletismo? ¿Crees que se está fallando en algo?
Desde mi punto de vista creo que el problema principal siempre ha sido el tema político. Nos podemos quejar de ayudas y reconocimientos, pero ahora mismo no hay mucho más de donde sacar.
Yo confio en la candidatura de Fermín Cacho, pero es una incógnita si sería igual de bueno como presidente que como atleta.
Quiero pensar que salga quien salga, lo que ha pasado en estos años no se olvide, haciendo mención especial a la Operación Galgo, que no quede en el olvido, se castigue y se trabaje. Ahora que los atletas hemos reactivado nuestra asociación, que empezamos a tener algo de voz, aunque en la Asamblea es muy poco porcentaje, hay que trabajar para evitar casos de dopaje. No quiero que nadie tenga ninguna duda desde fuera, pero que tampoco queden desde dentro.
Yo por ejemplo tengo dudas, como en el caso de Mullera, como puede ser que un periódico logre que quiten a un atleta de la selección para los JJOO y que no hicieran su trabajo el CSD ni la RFEA. Antes de nombrar a Sebas como suplente a última hora, se podría haber denunciado el hecho que muchos ya conocíamos con más tiempo. Así Mullera hubiese tenido tiempo de recurrir a TAS, se le hubiera quitado o no de la selección y no se hubiera hecho viajar a Martos. Cosas como esa tendrían que esclarecerse, no ayudan a los atletas que vamos con la verdad por delante y ahí hay que dar un toque de atención. Al nuevo presidente hay que exigirle esa transparencia.
Creo que otro problema importante que estamos viendo es el de las nacionalizaciones donde se falsean las edades. Son cosas que no pueden pasar. No me vale con que se eliminen los resultados, hay unos criterios y si yo falsificó unos documentos puedo ir a la cárcel. ¿Por qué a ellos no se les sanciona ni por lo deportivo ni por lo judicial? Esto está dañando a chavales de la edad y hay que evitarlo, corregirlo, ya sea José María Odriozola o quien entre.
¿No confías en un cambio de rumbo pilote quien pilote el barco?
No, yo soy de la opinión de que este quien este en el poder, se corrompe. Pinta mal la cosa, tanto el cambio como la continuidad de Odriozola. Pero bueno, el atletismo es individual y nosotros podemos evadirnos de esa guerra y hacer nuestro trabajo desde abajo. El que salga que haga el suyo.
Tomemos un tono más liviano… ¿Por qué prueba te vas a decantar? ¿Cuáles son los próximos objetivos?
Debutar en unos JJOO es difícil, es un objetivo que aun no me debo marcar. Ir año a año, no olvidarse de las lesiones y pensar en un corto/medio plazo.Creo que el 1500 es una prueba que, por mi edad, debo trabajar. No perder las fibras rápidas para que en un futuro paso al 5000 tengamos un buen final.
¿Olvidas ya el 3000 obstáculos?
A día de hoy sí, no veo a un corto plazo esta distancia. Cuando coges miedo a una prueba es difícil el hecho de volver. No lo descarto rotundamente, pero no tengo la misma facilidad que otros atletas. Tengo que trabajar el 1500 y bajar la barrera de los 3’40”, confio en rondar esta temporada el 3’37”, pero nadie regala nada… será mi objetivo. También tendremos que trabajar el 800 y mejorar ese récord de Aragón de Alberto Esteban (1’47”4), lleva demasiado tiempo si ser batido.
Para finalizar un leit motiv para motivar a tus chicos de la escuela.
Mi lema siempre ha sido: «si no fuera tan difícil no sería tan bonito».
Debes marcarte tus objetivos y estar contento contigo mismo, evitar frustraciones. Disfrutar de este deporte y de sus años. Dar siempre el 100%. La dureza del atletismo es su esencia.
5 respuestas a “Toni Abadía: “Quiero dar al atletismo, lo que el atletismo me ha dado a mí””
Simplemente genial, muy humilde, sinceridad y con la verdad por delante. Un beso a los dos
Me gustaMe gusta
De un viejo «rockero» del atletismo a unas jovenes «realidades» del atletismo nacional.
Genial la entrevista, la entrevistadora y el entrevistado.
Este es la visión del atletismo que me gusta
Mi mas cordia lenhorabuena
Me gustaMe gusta
Sensacional entrevistadora ante un sensacional entrevistado. Enhorabuena a los dos
Me gustaMe gusta
que chico mas majo!me encanta lo simpatico que es y lo atento que esta siempre sean niños o mayores,verle correr es super emocionante.gracias toni.
Me gustaMe gusta
Lo primero que hay que tener siempre es la cabeza en su sitio…luego las piernas seguro que responden. Un saludo para los dos de un buen aficionado.
Me gustaMe gusta