,

¿Me acompañas?

Como cada noviembre, arrancamos la temporada y casi puedo decir que se cumple una cita obligada con los lectores de mi blog. Lo sé,  se que quizá no escriba tanto como algunos me pedís, pero creo que cuando lo hago es porque tengo algo que, más que contar, transmitir.

A veces retomo las publicaciones antiguas, echo la vista atrás y veo que desde aquella primera entrada en marzo de 2010, cada escrito ha sido el fiel reflejo de un momento, de un sentimiento, de un paso hacia el crecimiento. Porque esta pequeña bitácora se ha convertido en un pequeño diario que ha recogido los amargos golpes de un deporte que poco a poco han dejado hueco a un optimismo que se ha ido abriendo paso entre las mieles de los buenos resultados. Si soy sincera, en muchas ocasiones vuestra empatía, vuestro apoyo, vuestra lectura furtiva de mis humildes divagaciones, han sido un acicate más para no colgar esas zapatillas que a veces tanto han pesado.

Este año el arranque ha sido especial, he regresado a mi tierra (de la que jamás me he ido) para competir en un club aragonés. La añoranza de mi querido C.N Helios con el eterno apoyo aún cuando abandoné sus filas de Fermin Luesma (E.P.D), ese presidente que me empujó fuera para poder crecer, y el apoyo de muchas piezas han hecho posible que por fin el puzle encaje.

Una motivación más para luchar en una temporada que para mí se antoja importante y es que cada nuevo curso, cada reto, me parece más importante que el anterior. Porque soy consciente de que lo importante no es llegar, sino quedarse y yo aún me siento en un camino con mucho trabajo y recorrido, en el que cada pequeño empujón te ayuda a seguir mirando al frente cuando tu cabeza quiere bajar.

Ahora es época de cross, de perenne cansancio por el volumen¿me acompañas? de entrenamiento, de llegar helada a casa y de preguntarte cada mañana que te levantas con mil dolores: ¿Por qué sigo aquí?. Por qué correré 8 kms en un cross lleno de barro, con frío, sin un objetivo concreto y del cual llegas con los labios morados… Porque el amor es irracional.

A veces piensas que amar no es suficiente, que el amor egoísta no es saludable, que una relación debe ser reciprocidad… cuando crees que estás sola frente a tus zapatillas, pensando si hoy deberías sacarlas a “pasear” recibes una llamada con un proyecto ilusionador, un mensaje de un desconocido que te dije que eres el ejemplo de su hija, un pajarillo azul que te halaga sin conocerte…

Así que de nuevo echo la vista atrás, veo aquí plasmado cuantas veces he llorado, cuantas veces me he desgañado; pero sobre todo veo cuantas veces he luchado, he soñado, he disfrutado y en definitiva: he amado. Toca empezar de nuevo, toca volver a pasar buenos y malos momentos, toca sufrir, toca soñar.

La nueva temporada esta en marcha, ¿me acompañas?.

 

9 respuestas a “¿Me acompañas?”

  1. ¡¡¡precioso!!Indescriptible. Se le encoge a uno el alma..cuando llegan estas palabras..Nadie las describe mejor y eso hace que transmitirlas desde lo más profundo . hacen que te conozcamos mejor…Un beso .

    Me gusta

Deja un comentario


Crea una web o blog en WordPress.com