Tenía otras líneas preparadas, pero últimamente no hago más que leer noticias que me dejan ojiplática sobre ciertas modas que se están extendiendo en las redes sociales. Yo muchas veces no me entero por este medio, sino por los ecos de la prensa o revistas de moda, y me asusta ver el monstruo en el que se puede convertir el culto al cuerpo.
Seguramente me conocéis si habéis llegado aquí, si no, me presento. Me llamo Isabel, llevo practicando atletismo desde los nueve años y dedicándome, cada vez con más plenitud en mi vida, a este deporte. Pese a haber sido olímpica, pese a ver conseguido medallas de diferentes colores en los nacionales y llevas 22 años corriendo, hasta este año ni siquiera había empezado una dieta, que ni siquiera ha sido restrictiva para adelgazar, solo buscaba una ingesta más saludable.
Para más señas os diré que mido 165 cm y peso 50 kilos, y aunque en la actualidad mi porcentaje de grasa suele estar en un 11%, no siempre ha sido así. Cuando era adolescente no estaba ‘tan’ fibrada, sino que poseía mas redondeces que muchas veces me agobiaban ocultar tras las mínimas equipaciones con las que solemos competir. Sin embargo, cuando salía con mis amigas siendo adolescente, me ocurría a veces lo contrario… lo que para unos cánones era demasiado, para otros era escaso. Algún chico me decía que tener ‘este brazaco’ era feo, o que cómo chico no podría ver bonito una chica con más abdominales que él; No había redes sociales, pero si mucha sociedad con ganas de hundirte en sus redes.
Como adolescente era complicado gestionar la dualidad de mi vida, así que no me quiero imaginar el conflicto que puede generar las peligrosas modas de las que os hablo, hoy en día. Que alguien me explique quién decide que debo llegar a tocarme el ombligo pasando la mano por detrás de la espalda. Qué medida legítima es el ancho de un teléfono para valorar el tamaño de mis rodillas o que el límite de mi cuerpo es un A4. Quién decide ahora que la línea alba debe ‘partir’ tus abdominales. Yo por ejemplo, ni siquiera tengo línea alba, de hecho mis abdominales no son ni simétricos…
Lejos estoy de tener un cuerpazo, ojalá midiera más, ojala mis piernas fueran más alargadas… que más me da. A mí me gustan, mis defectos me hacen personal y mi físico es simplemente el reflejo de mi dedicación ‘profesional’ (aunque no el reconocimiento como tal). Hoy tengo la suerte de que este modelo de cuerpo se lleva, hace 15 años no era así y yo sufría por otras maneras de medir.
Con esto solo quiero un fin, mujeres imperfectamente perfectas. Provoquemos la viralidad de la ‘chica del bañador verde’, que las redes sean brújula y no horca, que siga la tendencia saludable y no tóxica.

Una respuesta a “CaNOes de belleza”
Estas estupendísima!
Aunque el resto de la humanidad no tengamos un cuerpo Danone, con tener una vida saludable y aceptarse tal cual eres, sobretodo aprender a quererse uno mismo.
Me encantan tus artículos, me parecen muy interesantes e instructivos.
Un abrazo!
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