Este fin de semana el atletismo español ha brillado en Salamanca, donde hemos vivido uno de los mejores campeonatos de España que yo recuerdo, aunque personalmente haya sido el peor.
Hemos quedado deslumbrados ante estratosféricos cronos, grandes gestas y magníficas pugnas por el preciado ‘título’. Pero la vista selectiva, el foco de atención solo nos deja ver lo mejor y obviamos a veces lo que respalda a esas luces, las sombras que están detrás del foco. Lejos de resaltar lo negativo, solo quiero recordar a aquellos olvidados, valorarlos y sin que se me ofendan, abrir el enfoque ahora que todo ha terminado.
Si algo me gustó de este campeonato, fue su magnífica instalación. Si algo me enamoró, fue su público. Pero ocurrió algo que me sorprendió mucho y que nadie observó: en el pasillo de las gradas había una parte del suelo de cristal. Había un tragaluz enorme que desde arriba permitía ver lo que de verdad se cocía. Nadie se paraba a ver y observarlo. Sentí que la gente se sentaba a disfrutar del magnífico menú degustación y pocos se habían dado cuenta de que el chef tenía la cocina abierta a la vista. La zona de calentamiento: el horno perfecto. Los nervios, las tácticas, donde empieza la pugna psicológica, donde al regreso empiezan las alegrías, las derrotas, las decepciones, los dolores. El espacio fuera de cámara donde se habla off the record, donde se encuentran las mejores declaraciones y donde a veces continúan las polémicas. Por ahí pasan todos los ingredientes, los atletas de este campeonato, sin excepción. Pero muchos parecen ser descartados y no llegan a la mesa en el plato final. Otros simplemente ven que los matices de otros sabores, ocultan los suyos. Lo que no se valora a veces es que sin ellos, el plato no sería igual de sabroso.
Porque el comensal solo valora el cocinado final y pocos se dieron cuenta que quizá al cocido tradicional le faltaba un ingrediente principal que otra veces ha saboreado en su paladar. Paradójicamente, lo tenían también en la olla. Gente que brilla por su chispa en las semifinales y que la falta de motivación, hacen que pierda al final su sabor. Reyes de media distancia que luchan contra los hambrientos y demuestran su clase, aunque aquellos que lo ven no sepan que el regente tenía en la fiebre un rival más. Guerreras que nunca fallan y que por primera vez abandonaron la batalla. Monarcas que un día brillaron y que a esta fiesta se tuvieron que conformar con vestir de largo, mientras que algunos bufones siguen dando el espectáculo. Muchos brillaban, mientras algunos se apagaban. Unos soñaban y otros desesperaban. Otros volaban y algunos se hundían. Pero todos, completamente todos: crecían.
Este disco tiene su hit, el que gusta a todo el mundo, pero también tiene esas canciones que conforman todo el LP. Porque a veces, esa canción solo tiene que esperar para que se empiece a bailar. Porque tenemos mucho talento, muchísimo. Y aquel que brilla hoy, sabe que ayer fue sombra. Por ello, aquellos que hoy os sentís sombríos, confiad porque sabéis que sois más que capaces de brillar. Disfrutemos de este nuevo atletismo, hasta de sus sabores amargos, pues en esa riqueza de matices se consiguen cada vez platos más complejos y completos. Llega el momento de disfrutar el dulzor del postre. Pero recordad, como bien dice un sabio de mi entorno, ‘el atletismo, para bien y para mal, olvida pronto’, así que siempre hay una nueva oportunidad de cocinar el plato ideal. Confiad en el karma y lo trabajado se os devolverá. No guardéis los cuchillos y seguid entrenando para lograrlo.
PS. Este post va dedicado a esos amigos a los que estos días he escrito, a los que he visto personalmente, a los que sin decirles nada, saben que son letras de este texto. A todo aquel que se sienta parte de este pequeño puzzle, que sin conocerle le haya descrito, al cual le digo que yo fui un día mi sombra más oscura y logré brillar, como lo volveré a hacer, aunque aún no sepa la intensidad. También a aquellos que hoy sonríen, pero que ayer lloraron. A todos los atletas de alma y corazón que permiten que hasta esta desenamorada viese el campeonato con pasión.
A todos los atletas de alma y corazón que permiten que hasta esta desenamorada viese el campeonato con pasión.
2 respuestas a “La sombra detrás del foco”
[…] perfiles públicos, el objetivo no era otro que trasmitir el backstage de una deportista, con sus sombras detrás de los focos, con su esfuerzo, con su adaptación, con todo aquello que incluye la programación de una […]
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[…] si no hubiese tomado la decisión de incorporarme este año a la iniciativa Entrena tu futuro, tras tocar fondo en pista cubierta, no sé si hubiera podido brindarme una nueva oportunidad en el tartán. Tras perder parte de mis […]
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